Técnicas de reeducación ungueal

La onicocriptosis o “uña encarnada” es la enfermedad del aparato ungueal donde la lámina ungueal con su propio crecimiento, lesiona los bordes de alrededor de ésta, lo que produce dolor, inflamación e incluso puede provocar infección.


Los sistemas de corrección de las uñas se han utilizado desde el siglo XIX para la corrección de la onicocriptosis. Siempre se aplican por un profesional de la podología tras la retirada de la espícula, y tiene el objetivo de reparar la uña, orientar su crecimiento y corregir o evitar el sobrecrecimiento de la piel que rodea la uña.


Existe una amplia variedad de técnicas para modificar la morfología ungueal:

  • Ortonixia: consiste en la aplicación de tensores, en forma de lengüeta plástica o metálica que buscan modificar la curvatura de la uña y evitar que lesione los tejidos de alrededor. De esta forma, podemos evitar la cirugía de uñas encarnadas en algunos casos.
  • Cánulas plásticas: consiste en la introducción de un tubo plástico entre la uña y el pliegue ungueal, con el objetivo que la uña se deslice por la superficie plástica y no lesione los tejidos que rodean la uña.
  • Taponamiento con gasa: consiste en la aplicación de una mecha de gasa entre el canal ungueal y la uña con la finalidad de evitar el contacto directo de la uña con la piel.
  • Reconstrucción de la lámina ungueal mediante gel o resina: consiste en la confección de uñas artificiales como tratamiento preventivo, reeducador y estético. Es muy empleado en casos de ausencia de la uña para evitar la deformidad de los tejidos blandos, que puedan cubrir la uña cuando esta crezca, y de esa manera evitaremos la aparición de una uña encarnada.


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