Los helomas, llamados coloquialmente “callos”, “ojos de gallo”, “ojos de pollo”…, son una hiperqueratosis (dureza) bien definida que aparece en determinadas partes del pie. Están formados por la acumulación de queratina en un punto de la piel, que suele ser más profundo que las clásicas durezas.
Pueden ser dolorosos, especialmente si se localizan en la zona plantar del antepié y en zonas de roce de los dedos.
Las principales causas son alteraciones biomecánicas, la presencia de deformidades en los dedos (dedo en garra, dedo en martillo, juanete), exóstosis (picos de hueso) en los dedos, falta de hidratación y el uso de calzado inadecuado.
Se pueden clasificar en los siguientes tipos dependiendo de la zona de afectación:
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, realizándose en ocasiones radiografías para detectar posibles exóstosis óseas que lo ocasionen. Generalmente, la radiografía se realiza previa a procedimientos quirúrgicos, que se reservan para cuando fracasa el tratamiento conservador a través de:
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